Desde la niñez muchas personas ya empiezan a tener mala higiene postural con la cabeza agachada, tirada hacia adelante, los hombros caídos y redondeados, provocando una mala postura dolor de cuello, hombros y hasta mareos lo cual puede derivar en patologías de la columna vertebral severas.

Muchos adolescentes ya muestran posturas y hábitos que están empezando los patrones de distorsión que años más tarde se verán como dolores y problemas de salud.

Otra causa común en los dolores de cuello y de hombros son las posturas laborales, especialmente en personas que están sentadas todo el día. Las tensiones en la musculatura se acumulan y con el tiempo afectan la estructura y la relación entre las vértebras de la columna.

¿Sabías que por cada milímetro que la cabeza tira hacia adelante, la musculatura (que la sostiene) tiene que contraerse y ésta es una de las razones por la cual tanta tensión se acumula en los músculos de los hombros y cuello?
A lo largo del tiempo esta contracción se vuelve crónica y la persona sufre dolores en las cervicales que incluso pueden ocasionar dolor de cabeza y mareos.

El dolor de cuello y hombros también puede indicar una hernia de disco o protrusión discal (conocida como principio de hernia).

Es muy importante corregir esta situación y prevenir futuras degeneraciones, el problema es que la mayoría de las veces, las personas esperan mucho tiempo en buscar una solución definitiva.

Fuentes: Quiropráctica Jerez, Sevilla – España; Gregolleto Quiropráctica, Málaga – España.

Son los huesos (vértebras) de la columna que protegen los nervios y que salen del cerebro en la parte posterior de la médula espinal. Las raíces nerviosas son nervios grandes que se desprenden de la médula espinal y de la columna entre cada vértebra. Las vértebras de la columna están separadas por discos. Estos discos proporcionan una amortiguación a la columna vertebral y el espacio entre las vértebras. La hernia discal se produce cuando una parte del disco se mueve entre vértebra y vertebra golpeando la raíz nerviosa y sale de la médula espinal produciendo lesiones varias. Esto puede ser debido a traumatismo (caídas, lesiones, accidentes) o cambios degenerativos de la columna vertebral.

La parte inferior (lumbar) de la columna vertebral es la zona más común para una hernia discal. Los discos cervicales (cuello) se ven afectados por un pequeño porcentaje.

¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS?

El dolor ocurre con mayor frecuencia en un lado del cuerpo

Con un disco herniado en la región lumbar, es posible que tenga dolor agudo o punzante en una parte de la pierna, la cadera o glúteos y entumecimiento en otras partes. Usted también puede experimentar sensaciones en la parte posterior de la pantorrilla o la planta del pie. La misma pierna también puede sentirse débil. Con un disco herniado en el cuello, usted puede tener dolor al mover el cuello, dolor profundo cerca o por encima del omóplato o dolor que se irradia a la parte superior del brazo, el antebrazo o en raras ocasiones, a los dedos.

El dolor suele comenzar lentamente y puede llegar a empeorar:

Después de estar de pie o sentado

  • Por la noche.
  • Al estornudar, toser o reír.
  • Al doblarse hacia atrás o caminar más de unas cuantas yardas.
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